29 de marzo de 2012


No dejes que nadie te haga daño, porque bastantes lágrimas has derramado y porque no tienes que ser como el mundo quiere que seas. Porque ir a contracorriente por ser quien quieres ser no es un delito, porque las personas que quieren que cambies, sólo porque no les gusta como eres, no son en realidad amigos; porque tú vales más que la opinión del mundo y no merece la pena derramar una lágrima más.

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