15 de julio de 2011


Una guitarra por demás desafinada, un frío alquimista que todo transforma en hielo. Una canción que de movida está arruinada y un autoestima, ya muy adherido al suelo. Las esperanzas guardadas en un cajón no tienen pilas, yo que más le puedo hacer. Por dios que difícil que se hace componer cuando me falta tu calor. Y me resulta imposible sacarlo de mi cabeza, un camino de ida y vuelta que termina en la cerveza. Y ruego a dios que esto termine para poder ser la de antes, que no llora por hombres y tiene siempre un amante. Ideas que vuelan pero que nunca aterrizan, metáforas como cuentos sin moraleja. Del quinto piso está chistándome un viejo, que como yo, ya se olvidó de la sonrisas. Un verso triste que me acaban de vender y los tacos que me aprietan el talón. Disculpen que sea tan triste mi canción, es que no la volveré a ver. Y tengo miedo a equivocarme, a sufrir ser lastimada, equivocarme es algo humano pero amarte es un pecado. Conozco yo el calibre de tus besos, ya no me dejo asesinar por esa boca. No pongo un pleno, más por vos, no tengo un peso, mejor le cedo a otra el turno.

No hay comentarios: