24 de mayo de 2011


Ya ves, el mundo gira y al revés; y yo me quedo aquí sentada, pénsandote. Ya ves, que la vida es cruel y es dura; nos tortura, pero aprendemos a crecer. Tal vez sea ésta la despedida, cuando te entregue estas rimas que erizen tu piel. Aunque me destierres al olvido y sigas otros caminos, yo aquí seguiré. Por más de que pasen los días, que esta ironía procura en mi; por más de que pruebes otros labios, pasen los años, y no seas para mí, me quedo contigo, quizás sea mi destino. Dentro de mi mente yo no te olvido. Me quedo contigo, aunque no pienses lo mismo. Para mi eres el arte que enciende mis sueños.

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