27 de mayo de 2011


Si pudiera hablar contigo solo una vez más, decirte que te quiero amar y darte el corazón. Si pudiera amanecer de nuevo junto a ti, no sería igual porque ya lo comprendí que es ridículo vivir sin ti, que el orgullo te pude matar, que la vida se hace gris si tu no estás. Si supieras cómo extraño el roce de tu voz, si supieras cuánto le he pedido a Dios, si sintieras un instante el frío que quedó, tal vez no me dirías que no, que todo se acabó. Si pudiera hacerte sonreír una vez más, y al fin tocarte y recordar cómo te puedo amar; que es ridículo vivir sin ti, que el orgullo te puede matar, que la vida se hace gris si tu no estás. Si me cuesta tanto respirar, y no puedo hacerte regresar; si ha llegado el fin y no queda más; ¿Cómo puedo continuar?.

No hay comentarios: