6 de mayo de 2011
Escucho tu voz, un sonido latente que no cesa en mi cabeza. No se si escucharlo o hacerme la indiferente. No se. Sos una roca, gris, absurda, aspera, dura, con ideas masisas de vos mismo, con un estilo no muy particular. Pero al mismo tiempo sos la flor mas linda de todas. De esas que tan solo con olerlas se siente un perfume tan erótico y exótico, como el de tu piel. Ese pelo que es tan liberal como el destino de los petalos de esa flor divina. Compartiendo tu piel, la suavidad de ellos. Se siente la carne, se siente el jugo al morder tus labios. Se siente como oler el aroma métrico de esa flor, al mirarte a los ojos. Aunque escuchar tus palabras sea como acariciar con mi yema aquellas espinas posadas en el tayo, es tan divina la sensación que produce el sonido que sale de tu voz. Le das vida, le das seducción a las palabras. Seducis mis pensamientos al hablar. Verte ser, es como ver el nacimiento de un pimpoyo, convertirse en una flor llena de vida, llena de libertad. Por mas que yo sea el suelo fértil que pretende la flor mas geométricamente imperfecta, tus raíces no se posan en mi suelo. Tu sensualidad está en el aire y juega con diferentes destinos, menos en el de alimentarse con el agua que proveo. Mi riego es futuro, pero tu sonrisa es el fuego. Mi voz es sincera, pero la tuya esta en la brisa que rodea a mi cuerpo, y se esfuma. No pretendo desgarrar las hojas que cubren tu cuerpo, con el único beneficio del amor. Sino que pretendo la dueña de esa flor. Se que asusta, pero si se trata de sinceridad asi soy yo -
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