No es que yo sea egoísta, yo se que hay cosas más importantes, pero el mundo tiene su historia que se repite y no va a cambiar. La mujer busca la gloria, está en su naturaleza. La gloria yo la defino en la forma en que tú me besas. Si yo me encontrara la llave del cielo o la cura de los males de todo el universo, aunque me ofrecieran todo el oro del mundo, lo cambio en un segundo por un abrazo tuyo. Por una de tus caricias yo soy capaz de dejarlo todo, al cabo no me interesa tener riquezas que no sean del corazón, no busco en vidas pasadas medallas ni recompensas, mi vida empieza y acaba tan solo cuando me besas.
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