29 de septiembre de 2010

Empezaron los problemas. Se enganchó a la pena, se aferró a la soledad. Ya no mira las estrellas, mira sus ojeras cansado de pelear. Olvidándose de todo, busca algún modo de encontrar su libertad. El cerrojo que le aprieta le pone cadenas y nunca descansa en paz, y tu dignidad se ha quedado esperando a que vuelvas. Que nadie calle tu verdad, que nadie te ahogue el corazón, que nadie te haga más llorar, hundiéndote en silencio,que nadie te obligue a morir cortando tu alas al volar, que vuelvan tus ganas de vivir. En el túnel del espanto todo se hace largo; va sin ser testigo de tu lento caminar.

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