Ya no estaré detrás de ti cuando te caigas, pero no creo sinceramente que te haga falta. No seré yo quien guíe tus pasos cuando te pierdas, no seguiré quemando noches frente a tu puerta, ya no estaré para cargarte sobre mi espalda, pero no creo sinceramente que te haga falta. No es que yo quiera convertirme en un recuerdo, pero no es fácil sobrevivir a base de sueños; no es que no quiera estar contigo en todo momento, pero esta vez no puedo darte lo que no tengo.
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