No me preguntes porque, a veces la nombro por casualidad; y es que aún la recuerdo y es que aún llevo dentro su forma de amar. Una razón para tí, me pides motivos y una explicación para no desterrarla ahora y para siempre de mi corazón. Yo soy así y seguiré vagando errante por tu piel, yo no podré dar todo de mi mientras que olvide a esa mujer. Y sigo esclavo de sus besos, y sigo preso de mis miedos; hemos llegado a un punto de inflexión en el que esta obsesión está apartándome de tí.
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