2 de enero de 2010
Si me cansé de cansarme, no fue por otario, ni fue por corsario, ni fue por amargo, ni bueno, ni fiel; fue por ver que todos la hacen, que todos la toman, la venden, la roban y después se morfan sin asco, la mejor miel.
Si me canse de esperar fue porque el tiempo no curó ni una herida; si me cansé de olvidar fue porque el olvido es la 'pastilla suicida'; si me cansé de perdonar fue porque cuando duele nunca, nunca, nunca se olvida; si me cansé de mentir fue porque la verdad lastima solo al principio; si me cansé de dormir fue porque al 'sueño' no lo sueño dormido; si me cansé de asistir fue porque asistiendo o no asistiendo siempre empezaron sin mí; si me cansé de obedecer, de ser correcto, me corresponde ser obediente a mi parecer. Y hoy me doy cuenta que padeciendo también me canso, siempre que no pertenezca voy a pertenecer.
Si me cansé de ceder fue porque cediendo te vas muriendo en vida; si me cansé de llorar fue porque en las lágrimas no encontré salida; si me cansé de correr fue porque muchas cosas las perdí corriendo noche y día; si me cansé de mirar fue porque mirando ví una vez a la muerte; si me cansé de perder fue porque una vez me desangre por perderte; si me cansé del culo cerrar fue por el hambre, el miedo a la guerra y a la fría soledad.
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