Y aunque me quieras dar celos, a mi no me importa; yo siempre seré tu amor, las demás comen mis sobras. Acordate de esa hoja que me escribiste vos, en donde me decía que el amor soy yo.
Ya no sos mi vida, ya no sos mi amor; ya no sos el principito de mi corazón y que seas felíz si tenes un nuevo amor, no te guardo rencor te deseo lo mejor. Y a esa chiquilina sería entendible que con tal de olvidarme le digas cosas imposibles; que te bese en un lugar donde no lo hice yo, o te haga llorar en la cama haciéndote el amor.
Podés pedirle tal vez, que te enseñe a sentir; que te diga: cerrá los ojos y de amor te haga morir. Que te abraze por la espalda acariciándote el pelo, o que
cuando esté dentro tuyo te haga sentir en el cielo. Es imposible que olvides los momentos de pasión, si todo lo que hacés con ella a vos te lo enseñé yo;
por eso nunca más salgo de tu corazón, porque yo marqué tu vida y esa marca vive en vos. Ahora que nos alejamos cada cual por su camino, es
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